Además de la elección del vestuario debemos procurar que nuestro maquillaje sea perfecto y dure impecable durante toda la noche. Besos, más besos, comida, bebida... Todo esto hace que nuestros labios vayan perdiendo color y tengamos que retocarnos cada poco tiempo.
Podemos evitarlo y tener una boca perfecta durante más tiempo, aquí tenéis unos truquillos.
1. Cuidar la piel de los labios
Debemos exfoliar los labios para que al aplicar el color queden perfectos. Existen productos específicos para esto pero podéis hacerlo también con un cepillo de dientes. Pasarlo con movimientos circulares por los labios sin ejercer demasiada presión.
Hacerlos varias horas antes de empezar a maquillarlos.
2. Hidratar
Poner un poquito de hidratante en los labios para que empiece a actuar mientras maquillamos el resto de la piel. Yo os recomiendo utilizar Biopel (os hablé de él aquí) o Carmex, ambos dejan los labios muy hidratados y bien preparados. Retirar el exceso con un Kleenex si fuera necesario.
3. Perfilar
Debemos perfilar el labio con un color igual o parecido al del pintalabios. De esta manera evitamos que el color se pueda salir. Una vez que perfilamos el labio hay que rellenar un poquito de con el mismo perfilador.
4. Últimos pasos
Llega el momento de pintar el labio, podéis hacerlo directamente con la barra o con un pincel. Retiramos el exceso con un Kleenex con cuidado de no mancharnos y a continuación aplicamos una pequeña cantidad de polvos traslúcidos a pequeños toquecitos con el dedo. Si no tenéis polvos traslúcidos podéis utilizar una sombra en color vainilla o beige mate.
Volvemos a aplicar el color, esta vez a pequeños toquecitos con la barra o pincel, retiramos el exceso de nuevo, para terminar vaporizar todo el maquillaje con agua termal y boca lista para toda la noche.
Otra opción son los pintalabios de larga duración. Debéis tener en cuenta que el labio se resecará el doble así que hay que hidratarlos muy bien.
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